En la época de la colonia, entre los siglos XVII al XVIII, no existían los bancos, por tal motivo los nobles y ricos acostumbraban a guardar su dinero y sus joyas en los llamados bargueños, que no son otra cosa que muebles hechos de varios tipos de madera con incrustaciones de piedra o hueso con cajoncitos, gavetas, cerraduras especiales y varios cajones secretos de difícil acceso.