Desde este viernes, 27 de diciembre, las veredas de la avenida de las Américas se han convertido en un animado mercado a cielo abierto donde decenas de comerciantes exponen su creatividad en monigotes, elementos fundamentales en las celebraciones de Fin de Año en Quito.

Este emblemático punto, que abarca desde la Universidad Central hasta la avenida Mariana de Jesús, reúne a cientos de capitalinos en busca de figuras que serán quemadas como símbolo de renovación.

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Más de 40 carpas se han instalado en este tramo, ofreciendo una amplia variedad de diseños y tamaños que capturan la atención de grandes y chicos.

Los monigotes más pequeños, de aproximadamente 30 centímetros y acompañados de coloridas caretas, tienen un precio promedio de $ 3.

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En contraste, las figuras de más de un metro de altura que representan superhéroes, futbolistas, políticos o personajes de películas animadas pueden costar entre $ 30 y $ 40 o más.

Los compradores, muchos de ellos en sus vehículos, se estacionan brevemente en las veredas mientras los comerciantes se acercan para mostrarles sus opciones.

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Según los comerciantes, la demanda de ciertos personajes ha marcado la temporada.

Piedad Rojas, integrante de una asociación de vendedores, señaló que las figuras más vendidas incluyen personajes de la película Intensamente 2, especialmente Ansiedad y “Fuego” (Furia), así como figuras de militares.

“No quieren quemarlo al presidente Noboa, todavía no se vende mucho”, comentó Rojas, refiriéndose al poco interés por adquirir monigotes inspirados en el mandatario.

Por su parte, Karina Ayala, quien lleva más de quince años dedicándose a esta actividad junto con su esposo, destacó que los clásicos también tienen su lugar en esta tradición.

“Ahorita el Mazinger, el Sonic y estos viejitos tradicionales son los que más están buscando”, indicó.

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El trabajo detrás de los monigotes es arduo y se realiza durante todo el año, según Ayala.

“Mi esposo es el que elabora y poco a poco va haciendo las figuras. Para diciembre ya tenemos todo listo para traerlo a la venta”, explicó.

Los días más fuertes de la temporada son el 30 y 31 de diciembre, cuando los comerciantes esperan un aumento significativo en el flujo de compradores.

Quemar monigotes en la noche del 31 de diciembre es una tradición ecuatoriana que simboliza el cierre de un ciclo y el inicio de uno nuevo.

Sin embargo, en la capital existe una ordenanza que prohíbe la quema de los monigotes en calles, veredas y demás espacios públicos. (I)