OTAVALO
Tras el incidente registrado el domingo 23 de julio en el parque acuático del lago San Pablo, en Otavalo, en la provincia de Imbabura, que cobró la vida de dos mujeres, de 92 y 10 años, y que causó la desaparición de dos más, el Comité Cantonal de Operaciones de Emergencia decidió suspender temporalmente el servicio de paseos en lancha.
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Anabel Hermosa, alcaldesa y presidenta del COE cantonal, anunció que mantendrán una reunión con la Dirección Nacional de Espacios Marítimos para determinar los mecanismos de regulación de este tipo de operaciones en este lugar turístico.
Este ente estatal es el encargado de otorgar los permisos de funcionamiento de las barcazas.
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Las primeras investigaciones realizadas por la Policía Nacional y el Cuerpo de Bomberos establecen que las lanchas habrían sido modificadas y unidas en su infraestructura, pese a que contaban con permisos individuales entregados por los bomberos de este cantón.
Una niña y su abuela fallecieron en el lago San Pablo, en Otavalo, tras accidente en bote
Esa sería una de las causas del hundimiento, indicó Hermosa, quien agregó que ha solicitado a la Dirección Nacional de Espacios Marítimos la suspensión temporal de todas las operaciones mientras se realizan las acciones de rescate de los dos desaparecidos.
Hoy, lunes 24 de julio, desde las 07:00, personal del Grupo de Operaciones de Rescate de la Policía Nacional y especialistas del Cuerpo de Bomberos de Otavalo e Ibarra reiniciaron las labores de localización de los desaparecidos.
El ECU911 de Ibarra informó que se efectuó el levantamiento de los dos cadáveres, que fueron rescatadas dos niñas de 1 y 6 años y que están desaparecidas dos mujeres de 27 y 54 años, quienes se movilizaban en el bote.
Los sobrevivientes coinciden en que lo que era un paseo se convirtió en una desgracia, la tarde de este domingo. No se conoce el número exacto de viajeros que se movilizaban en la pequeña embarcación; en un principio, una fuente oficial indicó que eran seis, pero después de las 19:00 del mismo día trascendió que viajaban más turistas.
A pesar de que portaban los chalecos salvavidas, muchos tuvieron dificultades para salir del agua porque no sabían nadar. Ángel Chasi, oriundo de Bolívar, radicado desde hace 20 años en Quito y uno de los sobrevivientes, dijo que existían dos muertos: una persona adulta mayor y una menor.
Ángel comentó que entre los desaparecidos está su cuñada, madre soltera de 27 años, quien llegó a San Pablo con su hija de 9 años, quien está con vida. “Aprovechando la temporada de vacaciones visitamos el lago San Pablo con mi esposa, hijo y otros familiares”, mencionó.
“Abordamos la barca y, cuando llegamos a la mitad del lago, la nave comenzó a virarse; no sabemos si fue por el viento o por una falla mecánica”, explicó llorando Chasi.
Personal de Bomberos de Otavalo e Ibarra y efectivos de la Policía Nacional llegaron hasta el lugar para brindar auxilio a los pasajeros siniestrados.
Chasi indicó que posiblemente viajaban 30 personas y que, luego de recorrer unos 500 metros, el bote comenzó a voltearse lentamente. Tras caer al agua, varias personas intentaron subir nuevamente a la embarcación, pero se hundió.
“Mi esposa y mi hijo de ocho años, que no saben nadar, ventajosamente salieron con vida auxiliadas por gente“, agregó el turista.
Los pasajeros que salieron ilesos sugieren a las autoridades un mayor control a este tipo de servicio para garantizar esta oferta turística, y piden que el propietario responda por lo sucedido.
Un video que circula por redes sociales muestra los momentos dramáticos que vivieron los turistas y los instantes en los que se desarrolla la evacuación de los cuerpos de los fallecidos y de las personas que naufragaron. (I)