Anualmente, en Quito, $ 72 millones se recaudan por concepto de recolección de basura a través de las planillas de energía eléctrica.
Según el secretario de Ambiente, Santiago Sandoval, ese monto permite hacer inversiones, obras en el sector ambiental, recolección de basura, nuevos contenedores, rutas de recolección diferenciada, equipamiento, la transformación del relleno sanitario.
Los servicios de limpieza, recolección y gestión de residuos se mantienen con total normalidad en la ciudad, pese a la reciente decisión del Gobierno nacional de eliminar la tasa de recolección de basura de la planilla eléctrica, indicó el Municipio capitalino.
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El Gobierno informó que la medida se reflejará en las facturas de noviembre y responde al cumplimiento de la Ley Orgánica del Servicio Público de Energía Eléctrica (Lospee), la cual prohíbe que este rubro esté vinculado, directa o indirectamente, con las tarifas o el consumo eléctrico.
Los recursos provenientes de la tasa permiten sostener la operación de camiones recolectores, el mantenimiento de contenedores y la estabilidad laboral de cientos de trabajadores, indicó Juan Pablo Pozo, gerente general de Emaseo EP.
El convenio entre Emaseo EP y la Empresa Eléctrica Quito (EEQ) mantiene validez hasta el 31 de diciembre de 2025, pues no ha existido notificación formal ni causal legal de terminación, manifestó el cabildo en un comunicado.
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Hay 1.300 trabajadores que cada día salen a las calles de la ciudad para limpiarlas.
Sandoval recordó que hay un convenio vigente con la EEQ, entidad de la cual el Municipio es accionista con un 17 %, por lo que las autoridades capitalinas se han sorprendido con esa decisión, informada a través de redes sociales.
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Adujeron que no hay ningún tipo de irregularidad legal o técnica para que termine unilateralmente el convenio.
El Municipio estudia el mecanismo por implementar para el nuevo cobro de esa tasa, y una de las posibilidades sería trasladar el pago de recolección de basura a la planilla de agua potable. (I)