“Nadie se niega a atender a los pacientes del IESS, porque es como la gallina de los huevos de oro, hay muchos intereses ahí”, dice Álex Díaz, un exgerente del hospital del IESS Teodoro Maldonado Carbo de Guayaquil, quien asegura que “es tal la corrupción que dañan equipos a propósito” para derivar a los pacientes.