Una resolución de la Agencia de Regulación de Telecomunicaciones (Arcotel), que suspende por 120 días las mesas de negociación que se estaban llevando adelante entre el Gobierno y las telefónicas para la renovación de contratos con Movistar y Claro, levanta las alarmas tanto en el gremio de las empresas de telecomunicaciones, analistas, así como en los usuarios. Esto, porque está en duda lo que podría suceder si para agosto -cuando termina el contrato con Claro- y para noviembre -cuando vence con Movistar- no se ha llegado a una decisión definitiva.