El 2022 empieza con grandes expectativas, pero también importantes retos para el sector productor de pitahaya en Ecuador, que en el 2021 exportó 60 % más que en el 2020 con 17.895 toneladas.
Según Gabriel Cruz, presidente de la Asociación de Productores de Pitahaya del cantón Palora, en Morona Santiago, provincia en donde se concentra el 65 % de los sitios de producción registrados, se espera que para este año se sumen nuevas plantaciones que generarían 40 % más de exportaciones hasta diciembre próximo.
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Cruz aseguró que a nivel nacional existen cerca de 2.000 productores de pitahaya amarilla y que para este año se prevé el ingreso de 1.000 hectáreas más de cultivos. Al año se producen de 10.000 a 15.000 kilos de pitahaya por hectárea.
Ecuador exportó 17.895 toneladas de pitahaya en 2021, 60 % más que en 2020
Sin embargo, el crecimiento descontrolado de los cultivos preocupa a los productores formales, sobre todo a los pequeños, sostuvo Cruz. “Yya que ni siquiera estamos cubriendo el costo de producción”, agregó.
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Así también lo confirmó Roberto Robalino, productor de pitahaya del cantón Palora, que inició en el 2017 con dos hectáreas y actualmente cuenta con siete.
Aseguró que la falta de control y de regulación de este sector ha ocasionado que este cultivo se siembre de manera desmedida y ahora sufran problemas de sobreproducción y caída de precios, lo que está provocando que muchos productores de pitahaya empiecen a dejar de cultivar.
El productor indicó que es prioritario que el Gobierno nacional saque un paraguas jurídico, una ley que permita regular a todo el sector de la pitahaya, para Robalino, la segunda fruta fresca más exportada del Ecuador después del banano.
Recordó que la producción de la fruta se inició por la necesidad de buscar una fuente de ingresos alternativa a la que ya se manejaba en esta región amazónica, que solo estaba enfocaba en la ganadería y la caña de azúcar. “La pitahaya empezó a generar ingresos que nos permitió sustituir la ganadería por este cultivo”, recordó Robalino.
Por su parte, Cruz, quien recordó que el crecimiento del sector se inició desde el 2014 cuando se obtuvo la apertura del mercado de Estados Unidos, calificó la dificultad actual como “un problema de exportadores”.
“Por disputarse el mercado, hay una comercialización desleal”, reconoció el dirigente, quien coindice con Robalino en la creación urgente de una ley para el sector y en que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) establezca un precio mínimo de comercialización por kg de fruta en función costo de producción.
Cruz añadió que el sector prevé generar una propuesta de ley para remitirla al Gobierno para su análisis, aunque para eso esperan primero que el MAG publique oficialmente los costos de producción y ver si el sector está de acuerdo.
En tanto, otro pendiente que crea grandes expectativas en el sector es la forma de acuerdos comerciales.
Al respecto, Robalino aseguró que es prioritario firmar acuerdos con los mercados de Asia.
“Queremos que el Gobierno llegue a firmar acuerdos comerciales para poder enviar nuestra fruta de manera directa hacia China y otros mercados de Asia como Japón y Corea del Sur, que son mercados que nos permitirían crecer más en las exportaciones”, sostuvo Robalino, quien señaló que en la región necesitan urgentemente que se abra el mercado de Perú, además del mercado brasileño que también les interesa.
Según la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), en el 2021 la fruta se embarcó a 27 países alrededor del mundo, siendo Estados Unidos el mayor mercado de destino, con algo más del 84 %, seguido por Colombia y Singapur con el 5,4 % y 2,7 %, respectivamente. Al momento se cuenta con requisitos fitosanitarios para la exportación de esta fruta a 54 países.
También Cruz aseguró que, además de emitir leyes, es necesaria la declaratoria del sector de la pitahaya como estratégico del Estado, que permita reducir aranceles de exportación de la fruta e importación de insumos reduciendo los gastos de operación.
“Que el ente rector desarrolle proyectos para dar valor agregado a la fruta o su posible uso en cosmética, productos farmacéuticos, etc.”, finalizó el presidente de la Asociación de Palora. (I)