El fondo de pensiones del IESS, también conocido como de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), recibió varios golpes que acabaron con su liquidez. Estos se han producido a lo largo de la historia, pero los más complicados ocurrieron en los dos últimos gobiernos. Estos tienen que ver con la falta de pago del 40% del Estado o su pago en papeles (no líquidos), la baja de la tasa de contribución para el fondo de pensiones (se le subió al de salud); y la caída del número de afiliados por la pandemia.