Varias advertencias se hicieron desde el año 2022 sobre que el estiaje 2023-2024 sería más fuerte que el de ese año y que se debían realizar una serie de acciones para evitar apagones. Sin embargo, las autoridades de Energía no siguieron un camino de actuar con agilidad. Las decisiones se fueron dilatando, hasta que esta semana los primeros cortes de luz llegaron y también la incertidumbre de si estos escenarios se repetirán. Este viernes no hubo información sobre si Colombia habría accedido o no a vendernos la energía que Ecuador requeriría.