Tras las elecciones presidenciales del 9 de febrero de 2025 en Ecuador, el riesgo país experimentó un incremento significativo, pasando de 903 puntos el 7 de febrero a 1.162 puntos el 10 de febrero, lo que representa un aumento de 259 puntos.
De acuerdo con el experto económico David Pazmiño, docente de Business School de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), el aumento del riesgo país se debe principalmente a la incertidumbre política generada por los resultados de la primera vuelta.
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Esto, pues, explica que el mercado financiero reacciona ante la posibilidad de un cambio en el modelo económico del país, especialmente considerando que Luisa González, candidata de la Revolución Ciudadana (RC), disputará la segunda vuelta con el actual presidente, Daniel Noboa (ADN).
El riesgo país, indicador que es elaborado por el banco estadounidense de inversión J. P. Morgan y que mide la percepción de los mercados internacionales sobre la posibilidad de un país de cumplir o no con sus obligaciones, se ha mantenido alto por mucho tiempo. Cuando Daniel Noboa asumió la Presidencia de la República, el 23 de noviembre de 2023, el riesgo país estaba en 1.925 puntos.
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Durante su administración, el indicador alcanzó su pico más alto el 13 de diciembre de 2023, con 2.141 puntos. Sin embargo, este mes de febrero estuvo en una tendencia a la baja hasta llegar a 901 y 903 puntos en los días previos a las elecciones presidenciales.
No obstante, Pazmiño añade que el contexto económico global y la percepción de debilidad en la gestión financiera del Estado ecuatoriano contribuyen a esta escalada en el indicador. “Ecuador enfrenta un déficit fiscal significativo, altos niveles de endeudamiento y problemas estructurales en su economía, lo que aumenta la sensibilidad de los mercados a cualquier señal de inestabilidad”.
Indica que la incertidumbre sobre el resultado de la segunda vuelta, sumada a la posible implementación de políticas económicas menos favorables para la inversión privada y el ajuste fiscal, ha llevado a los inversionistas a exigir mayores rendimientos para asumir el riesgo de invertir en el país. “Este fenómeno se traduce en un aumento del riesgo país, reflejando la percepción de una mayor probabilidad de incumplimiento de obligaciones financieras por parte del Gobierno ecuatoriano”, concluye.
Por su parte, Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), señala que el aumento del riesgo país refleja la posibilidad de que Ecuador elija un Gobierno que no pague la deuda, que afecte la dolarización y la solidez del sistema financiero, que profundice la insostenibilidad fiscal y la economía.
“Con un elevado riesgo país se alejan las inversiones y la posibilidad de crecimiento de la economía y creación de empleos. Se imposibilita que las empresas y el sistema financiero puedan contratar créditos externos a tasa bajas para impulsar el crédito y la inversión; por tanto, la creación de empleos y reducción de la pobreza”, analiza Carrera.
¿Cómo se compone el riesgo país?
El analista económico Miguel Rossignoli explica que el riesgo país calculado por JP Morgan está compuesto por varios factores, pero quizá los más importantes son el riesgo soberano, que tiene una participación sumamente relevante de entre el 30 % y 40 %, el riesgo macroeconómico que representa alrededor del 25 %, el riesgo financiero que está entre el 10 % y el 12,5 %, el riesgo de los mercados, que es una participación pequeña de alrededor del 7 % al 10 % y el riesgo externo o el riesgo frente a su participación y percepción en mercados internacionales, que está arriba del 10 %.
De acuerdo con Rossignoli, todos estos componentes indican si el país está o no en la capacidad de cumplir o no con sus haberes, si Ecuador brinda o no ciertas condiciones claras para el mercado internacional.
“Hay que entender algo, lo que está pasando en el país, que sí está generando un problema, justamente esa incertidumbre política por la polarización que se ha dado en una primera vuelta electoral (...) Hay una segunda vuelta electoral, que más parece una tercera vuelta electoral, por la polarización existente previamente, con dos participantes que tienen dos visiones económicamente diferentes, dispares, asimétricas y eso supone un poco lo que va a pasar a nivel posterior”, analizó el experto.
¿Cómo volver a bajar de la barrera de los 1.000 puntos?
Jaime Carrera sugiere presentar un programa fiscal y económico serio para reducir el déficit y generar un ambiente de confianza para que la economía crezca a tasas elevadas, con reformas estructurales profundas que garanticen la seguridad jurídica para atraer inversiones e impulsar la competitividad para exportar y atraer inversión extranjera, manteniendo la dolarización y solidez del sistema financiero. (I)