El presidente electo Daniel Noboa Azín (ADN), quien se posesionará este jueves 23 de noviembre, tendrá 90 días para delinear su proforma presupuestaria, que tendría vigencia hasta el 31 de diciembre del 2024, y luego podría quedar prorrogada hasta el 24 de mayo del 2025, por ser ya año electoral.

Esa proforma experimentará varios desafíos al recibir un país con un importante déficit que superaría los $ 6.000 millones, y con necesidades de financiamiento en 2024 que estarían en el orden de los $ 11.000 millones, según cálculos del secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal, Jaime Carrera. Mientras esto no ocurra, la proforma del 2023 (aprobada en diciembre del 2022) por un monto de $ 31.502 millones será la que rija de manera prorrogada.

Es que tras la muerte cruzada, que no estaba respaldada por normas para afrontar diferentes circunstancias, como por ejemplo cómo se debe proceder para la construcción de la proforma luego de la abrupta terminación de un Gobierno, el Ministerio de Economía y Finanzas debió emitir una circular (MEF-MEF-2023-0004-C 31 de mayo del 2023) que establece el procedimiento que se adoptará en este caso especial.

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El análisis de Finanzas fue que no se podía tomar este como un año normal de Gobierno, sino de cambio de mandato, pues la Constitución y el Código de Planificación de las Finanzas Públicas tienen dos momentos para la construcción de la proforma. Es que el artículo 295 de la Constitución indica que el Ejecutivo debe presentar 90 días después de su posesión la proforma presupuestaria. Y que los siguientes años lo hará 60 días antes del final del año (1 de noviembre). En este caso, el ministerio no podía enviar la proforma el 1 de noviembre, pues no había Asamblea a la cual presentar dicho instrumento de las finanzas públicas. Entonces, se escogió la alternativa de que se emita en 90 días.

El ministerio también indica que para que la norma quede mejor estructurada se hizo una propuesta a través de un decreto ley de las finanzas públicas, para establecer lo que debe suceder cuando ocurre una circunstancia como la muerte cruzada. Sin embargo, como muchas otras propuestas, no fue aceptada por la Corte Constitucional. Aún está en carpeta la posibilidad de que este tipo de temas se normen a través de un decreto ejecutivo que podría emitirlo el presidente.

De acuerdo con Jaime Carrera, Daniel Noboa no va a tener recursos en caja para el final del 2023. Es más, ni bien se posesione podría experimentar problemas para el pago de salarios. Y en diciembre incluso salarios y sobresueldo. Para el 2024, en cambio, dice que no hay perspectiva de financiamiento del déficit. “Encontrar financiamiento o reducir el déficit va a ser prácticamente imposible”, dice.

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Los ingresos que tendrá Noboa para el 2024 se verán afectados por la caída de impuestos como el impuesto a la salida de divisas (ISD) que ya se reduce al 2 % en diciembre y la recaudación especial al patrimonio de las empresas. Además, el gobierno de Guillermo Lasso terminó enviando un decreto ley, durante su periodo tras la muerte cruzada, en el cual se bajaron ciertos impuestos.

QUITO. Jubilados reclaman al gobierno de Guillermo Lasso incentivos jubilares impagos desde el 2016. La protesta se realizó el 14 de noviembre del 2023. Foto: Patricia Sandoval

El próximo año el gasto se vería presionado por el lado de los problemas que generaría el fenómeno de El Niño, los gastos en sueldos que se verán incrementados por el efecto de leyes que subieron dichos sueldos y por mayor contratación de personal (policía, médicos, profesores). Al tener un déficit inflexible, es improbable que se lo pueda reducir.

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Para final del año, los atrasos podrían estar en $ 2.500 millones o $ 3.000 millones, asegura. Al 17 de noviembre los denominados atrasos (diferencia entre los gastos devengados frente a los pagados) estaban en $ 1.921 millones. Lo devengado hasta esta fecha alcanza $ 23.973 millones, pero lo pagado realmente es $ 22.052 millones. Entre los principales rubros que están pendientes de pago están bienes y servicios con un atraso de $ 231 millones y transferencias y donaciones, entre ellas las del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), por $ 712 millones. A más de los atrasos quedan como pendientes las deudas con Seguridad Social, bonos, entre otros.

En estos días, la plataforma gubernamental financiera ha tenido la visita de varios sectores que han protestado con carteles y gritos por la falta de pago. Entre ellos, un grupo de jubilados del Ministerio de Salud y también proveedores del Estado.

En este sentido, para Carrera, lo que debe decirle el nuevo Gobierno a la ciudadanía es cómo recibe al país y articular un acuerdo nacional para que se entienda el problema de la escasez de recursos, y encontrar un acuerdo ciudadano sobre eso, a fin de que se pueda construir y llevar a cabo un programa fiscal y económico confiable. De esta manera, despejar cualquier duda sobre el no pago de deuda en el futuro.

Vicente Albornoz, en su programa televisivo Economía para todos, comentó que los meses de noviembre y diciembre serán complejos para el presidente Noboa. Apenas se posesione tendrá que buscar los recursos para pagar sueldos. Y en diciembre, un doble sueldo. Explica que normalmente el promedio de gasto de todos los meses es de $ 1.600 millones, pero que en diciembre este se duplica, por ejemplo, en diciembre del 2022 el gasto ascendió a $ 3.250 millones. Explicó que todos los años, enero registra un gasto bastante reducido, justamente porque a finales del año previo se han generado muchos gastos y la caja fiscal queda agotada. (I)

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