Propietarios de tiendas y pequeños puestos comerciales de la capital sienten un doble efecto de la subida del impuesto al valor agregado (IVA) del 12 % al 15 % y por eso dicen que son los principales afectados de esta medida, ya que sus facturas de la mercadería adquirida con esta nueva tarifa han aumentado en $ 7 a $ 8 y las ventas han disminuido porque los consumidores finales prefieren comprar en supermercados ante la existencia de precios más convenientes.