El Frente Nacional Antiminero y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) denunciaron que un comunero de la parroquia Las Palmas está intubado y en coma por la represión que aseguran ejercen los uniformados en el sector de Palo Quemado, donde se han dado enfrentamientos por el proyecto minero La Plata que debía empezar la fase de consulta ambiental. Esas dos parroquias son parte del cantón Sigchos, en la provincia de Cotopaxi.
Al mismo tiempo, el Ministerio de Gobierno reportó un atentado que ha dejado sin agua a los ciudadanos que viven en esa comunidad. “Un ataque a la tubería registrado en esta madrugada provocó la rotura de la estructura por donde se transporta el líquido vital hacia Palo Quemado, dejando a cientos de moradores del sector sin acceso a este servicio”, informó en un comunicado.
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Ante ello, esa cartera de Estado aseguró: “No permitiremos que estos actos se disfracen bajo una supuesta lucha por los derechos ambientales”.
Gobierno y manifestantes tienes versiones distintas
Desde el pasado 19 de marzo, el Ministerio de Gobierno indica que en cumplimiento a la normativa y decisiones de la Corte Constitucional, las fuerzas del orden resguardan la zona para que se cumpla el proceso de participación ciudadana para la consulta ambiental sobre el Estudio de Impacto Ambiental para las fases de explotación y beneficio de minerales metálicos, en el área operativa de la concesión minera La Plata, ubicada en la provincia de Cotopaxi. Así el Ministerio de Gobierno indica que se garantiza la gobernabilidad en la población de Palo Quemado.
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“Sin embargo, actores ajenos a la zona buscan sembrar el caos e inestabilidad, generando enfrentamientos entre la comunidad y las fuerzas del orden, dejando hasta el momento 9 ciudadanos y 37 uniformados heridos, según información recabada por las casas de salud de la localidad”. Dos vehículos han sido incinerados y se registran varios daños a la propiedad privada.
La cartera de Estado indica que para implantar el terror en la colectividad, esas personas han dejado a sus pobladores sin el líquido vital. Y hace un llamado al diálogo.
Mientras, del lado de la Conaie se asegura que la represión y violencia se dan por parte de la fuerza pública y que producto de ello el comunero Mesías Robayo se encuentra en situación crítica en el hospital de Santo Domingo. “Las heridas en la parte lateral de la cara incluyen fracturas causadas por el impacto de perdigones que se encuentran diseminados en la región cervical. La gravedad de su estado amerita valoraciones para cirugía maxilofacial, cabeza y cuello”.
Además, denuncia un hostigamiento a su familia con visitas permanentes de agentes de la Policía y que no se activó el código gris sobre violación a los derechos humanos. (I)