A partir de este lunes, 10 de febrero, la central Mazar empezó a generar energía tras mantener la producción de forma esporádica. Esto se da luego de llegar a su cota máxima de operación el embalse del mismo nombre, a 2.153 metros sobre el nivel del mar (m s. n. m.). El mínimo es de 2.098 m s. n. m.

La generación de electricidad, según el Ministerio de Energía y Minas, se realiza con los excesos de agua que sobrepasan la capacidad de la presa y de esta forma se precautela el nivel del embalse, que tiene una longitud de 31 kilómetros y que acumula un volumen total de 410 millones de metros cúbicos de agua.

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¿Por qué se cuida tanto el embalse de Mazar?

Para el Gobierno, el embalse Mazar es indispensable para la regulación del sistema hidroeléctrico del país.

Además garantiza la operación del Complejo Hidroeléctrico Paute Integral, conformado por Mazar, cuya capacidad de generación es de 170 megavatios (MW), por Paute-Molino (1.100 MW) y por Sopladora (487 MW). En total aportan al sistema nacional interconectado 1.757 MW.

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La recuperación del embalse se registra desde diciembre del 2024, mes en el que también concluyeron los apagones, que se iniciaron el 23 de septiembre. “Recuperar el embalse Mazar hasta llegar a su cota máxima tiene como objetivo estratégico precautelar la reserva hidroenergética de los ecuatorianos...”, indicó el Ministerio de Energía.

De acuerdo con la cartera de Estado, en la fase de recuperación maximizaron la producción de otras hidroeléctricas, junto con la recuperación de más de 690 megavatios en las centrales térmicas. (I)