El vocero de la Cámara de la Industria de la Construcción, arquitecto José Miranda Ávila, explica que la situación del sector en la capital sigue la misma tendencia de desaceleración que en otras zonas del país, afectando a desarrolladores inmobiliarios pequeños y medianos. En contraste, el foco en megaconstrucciones podría generar oportunidades en el largo plazo, una vez que los grandes proyectos se completen y reactiven el entorno económico local.
¿A qué se debe la desaceleración?
• Cambios en la demanda inmobiliaria:
La demanda de viviendas en Quito ha experimentado cambios debido a varios factores, como la migración hacia los valles, la preferencia por zonas periféricas o el crecimiento de construcciones verticales (edificios altos). Esto afecta las dinámicas de construcción dentro del núcleo urbano. El aumento en la oferta de unidades residenciales, sumado a la falta de demanda, puede generar una sobreoferta, ralentizando nuevos desarrollos.
• Acceso al financiamiento:
Las políticas de crédito más restrictivas, tanto para los desarrolladores como para los compradores de inmuebles, pueden haber reducido el número de proyectos viables. El aumento de las tasas de interés también ha encarecido el financiamiento, limitando la capacidad de los promotores para iniciar nuevos proyectos.
• Incertidumbre política y regulatoria:
La inestabilidad política en Ecuador puede generar incertidumbre en las inversiones a largo plazo. Los cambios en las normativas urbanísticas o en los planes de desarrollo urbano de Quito podrían estar generando incertidumbre entre los desarrolladores y frenando la planificación de nuevos proyectos. Además, la burocracia para la obtención de permisos de construcción y las regulaciones locales pueden hacer más lento el inicio de nuevas edificaciones.
• Transición hacia grandes proyectos de infraestructura:
En Quito, se ha observado un enfoque hacia proyectos de megaconstrucción, como el Metro de Quito, el edificio IQON, Botaniqo, y la ampliación del Aeropuerto Mariscal. Estos grandes proyectos pueden estar absorbiendo una parte importante del presupuesto público y privado, desplazando el financiamiento de proyectos residenciales o comerciales más pequeños.
¿Cómo cerrará el 2024?
Aunque el sector enfrentó desafíos en 2023, hemos tenido expectativas moderadas de recuperación a lo largo del 2024, esto se ha logrado especialmente al implementar las medidas adecuadas para apoyar la inversión, simplificar la burocracia y fomentar proyectos estratégicos.
Por otro lado, los recientes apagones a nivel nacional han agregado una capa adicional de complicación. La falta de suministro eléctrico no solo impacta la vida cotidiana de los ciudadanos, sino que también retrasa los trabajos de construcción y afecta la productividad. Muchos proyectos dependen de maquinaria eléctrica y otros recursos que, ante cortes frecuentes, pueden enfrentar demoras significativas y daños en equipos y maquinaria del proyecto, además los apagones pueden afectar sistemas de tratamiento de agua y manejo de residuos, lo que puede tener consecuencias ambientales.
La combinación de un entorno de inversión en crecimiento y problemas de infraestructura, como los apagones, podría generar un panorama desafiante para el crecimiento del sector. Esto resalta la necesidad de soluciones sostenibles y mejoras en la infraestructura energética para apoyar la recuperación y expansión de la construcción en la ciudad.
Nuevos sistemas tecnológicos
Sí, en Quito se están implementando estas nuevas metodologías en las obras públicas y privadas, para mejorar la eficiencia, la sostenibilidad y la calidad en la construcción.
• BIM (Building Information Modeling):
Permite modelar y gestionar digitalmente los proyectos de construcción, integrando todas las fases del ciclo de vida de una obra (diseño, construcción, operación y mantenimiento). Reduce errores en el diseño y ejecución, optimiza el uso de materiales y recursos. Además, facilita la detección de problemas antes de que surjan en la construcción.
• Certificaciones verdes: LEED, EDGE, entre otras
Proyectos, tanto públicos como privados, están adoptando principios de construcción sostenible, buscando certificaciones como LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) y EDGE (Excelencia en Diseño para Mayores Eficiencias). Estos sistemas promueven el uso eficiente de los recursos, la reducción de emisiones de carbono, el ahorro de energía y agua, y la creación de espacios más saludables.
• Prefabricación y Construcción Modular:
Este método de construcción optimiza los tiempos, ya que muchas de las piezas o módulos se fabrican fuera del sitio de construcción y luego se ensamblan rápidamente en el lugar. También mejora la calidad, tiempos de la obra y reduce los costos generales del proyecto, así como los desperdicios de materiales.