Aumentar el número de personas afiliadas al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), para asegurar la sostenibilidad de la institución, fue la respuesta en la que coincidieron los candidatos a la Presidencia, Luisa González y Daniel Noboa, durante el debate de la segunda vuelta electoral.

Sin embargo, expertos consultados por este Diario señalaron que lo expresado por ambos aspirantes a Carondelet dejó de lado otros temas importantes que requieren una reforma para cambiar la compleja situación que arrastra la entidad por años.

Uno de esos problemas, por ejemplo, es el servicio de salud que reciben los hijos de los afiliados de hasta 18 años, cuya atención médica no está financiada.

Los analistas reconocieron que por el poco tiempo que cada candidato tuvo en el debate, no se podía esperar que amplíen a detalle las propuestas de sus planes de Gobierno. No obstante, haber concentrado sus declaraciones en el aumento de afiliaciones no se compadece con las soluciones integrales que necesita el IESS.

Además, recordaron que existen múltiples estudios e investigaciones con diagnósticos sobre los problemas del IESS y las medidas que ameritan, así que lo que falta es decisión política y técnica, en conjunto con la Asamblea Nacional, para emprender una verdadera reforma al Instituto en el mediano plazo.

Salud y Seguridad Social fue el segundo tema que abordaron los candidatos en el debate del domingo. La pregunta general que se les planteó a ambos fue: “El IESS enfrenta un grave déficit en los fondos de pensiones y de salud, ¿subiría usted la tasa de aportación y la edad de jubilación o cuál sería su propuesta concreta para garantizar la sostenibilidad del seguro social?”.

El candidato-presidente Daniel Noboa, del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), lista 7, habló del servicio de call center, que usará los servicios de Google. Dijo que en su gobierno se pagó al IESS $ 2.600 millones y al ISSFA $ 34.

Que volverá sostenible al IESS “generando empleo”. Para ello ofreció dar beneficios y deducciones a empresas que contraten a jóvenes egresados, especialmente los de universidades públicas.

“De esa manera, nosotros vamos a usar la gran cantidad de personas que tenemos como nación, entre 18 y 30 años, darles empleo y con esas aportación se vuelve sostenible el pago de pensiones, el pago de jubilaciones, ya que solo el 6 % del Ecuador tiene edad de jubilación. Es reorganizar de una manera eficiente y generar empleo en las edades donde están físicamente más hábiles y donde se enferman menos para poder volverlo sostenible”, dijo.

También prometió entregar un bono de $ 1.000 a 100.000 emprendedores, con ventas de menos de $ 25.000 al año, para que sus negocios salgan a delante y abran más plazas de trabajo.

Y negó en varias ocasiones que buscará subir la edad de jubilación o el monto de aportaciones de los afiliados.

Por su parte, Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana (RC), lista 5, reiteró que “la única manera de sostener al IESS es incrementando el número de afiliados”.

Para “garantizar” el aumento de afiliaciones la candidata prometió crear en cuatro años cerca de dos millones de empleos. Dijo que pondrá “gente capaz al frente de las unidades de salud y del Directorio del IESS”.

Además, anunció que declarará la emergencia en la salud y construirá nuevos hospitales.

Ambos presidenciales se acusaron mutuamente de estar vinculados a grupos de corrupción.

Según datos del IESS, publicados en redes sociales el 24 de marzo, la actual administración logró en 2024 un total de 3′814.840 afiliados. “La cifra más alta en toda la historia del IESS”, destaca la entidad en su cuenta de X.

Expertos sugieren reformas

La abogada laboral Patricia Borja comentó que la visión expuesta por Noboa y González fue “reduccionista”, porque si bien aumentar la afiliaciones es positivo porque habría un ingreso significativo de ingresos, pero aquello también implica incrementar los gastos prestacionales de los nuevos asegurados.

“En el caso de los gastos es importante y es fundamental que todas las prestaciones tengan un financiamiento. En el caso del Seguro de Salud, la atención de los hijos de los afiliados hasta los 18 años no está financiada. Eso, según el estudio que tiene corte de diciembre del 2020, genera un impacto muy importante para el fondo de salud porque sólo está cubierto, por así decirlo, con el aporte general de los afiliados. Y no está pensado ese aporte para dar una cobertura también a los hijos”, describió Borja, como uno de los problemas por atender, así como el abastecimiento de insumos médicos y medicamentos.

A parte, hay debilidad en la gobernabilidad del IESS por los perfiles poco o nada técnicos de las personas que son ubicadas en cargos estratégicos, que además tienen una alta rotación de funciones.

Recordó que desde noviembre del año pasado el IESS habilitó un nuevo sistema de agendamiento de citas médicas, adicional al call center, a través de un chat bot llamado IzyBot, pero hasta ahora no resulta efectivo porque presenta dificultades para reversar un turno en unidades médicas cercanas al lugar de domicilio del afiliado o pensionista.

Sin mejorar la gestión y financiamiento del sistema, no se puede pretender que las condiciones actuales del IESS cambien, opinó Jorge Madera, expresidente del Consejo Directivo del Seguro Social.

“El incrementar el empleo en un país no es un tema que se da de la noche a la mañana, de un año para el otro. Son temas que demoran varios años en recuperarse. Mientras eso sucede, lógicamente, el sistema puede empezar a caerse en su sostenibilidad. Si en el futuro van a venir más afiliados hay que preparar a la institución, regulando o dejando de atender a quienes no debería estar atendiendo.”, comentó.

Si no se hacen correcciones a tiempo, la situación podría desembocar a que el IESS nuevamente tenga que ser intervenido, como ocurrió en la década de los 90.

El Consejo Directivo tiene todas las atribuciones para empezar a arreglar los problemas mediante resoluciones para, por ejemplo, solucionar la insuficiencia del fondo de salud, regulando los gastos de las prestaciones que no están financiadas.

Margarita Velín, doctora en Economía y docente universitaria, observó que la seguridad social es un tema complejo que requiere un análisis más profundo, incluyendo factores como la estructura poblacional, el mercado laboral, la pobreza y la cobertura para toda la población, no solo jubilados.

Las reformas deben ser estructurales y se deberían implementar en diferentes fases, en el mediado y largo plazo, considerando una comprensión política y social más amplia.

Velín es autora de una reciente investigación sobre el sistema de seguridad social en los últimos cuarenta años, en la cual se concluyó, entre otros aspectos, que la estructura poblacional está cambiando, en perjuicio del sistema de pensiones, porque cada vez hay menos nacimientos. Ese es uno de los temas que el próximo gobernante debe tomar en cuenta, dijo la economista.

“Los dos (candidatos), específicamente, hablaron solamente de la población que tiene cobertura de los jubilados, que representa más o menos un 25 % de la población mayor a 65 años. ¿Qué pasa con el resto de la población? Esas políticas para esa población vulnerable no las hay. Y esos debates se dan no solamente aquí, sino a nivel mundial”, reflexionó.

Los tres expertos concuerdan en que ya es hora de trascender de los diagnósticos y que el nuevo Gobierno, independientemente de quién gane las elecciones, debe encaminar una reforma global con la participación de la Asamblea Nacional y la sociedad, comprendiendo las aristas que comprometen a los fondos del sistema. (I)