El nuevo reglamento para la comercialización de gas natural, emitido el 26 de junio, a través del Decreto Ejecutivo 311 del presidente Daniel Noboa, se enfoca en la importación de este combustible, aunque no establece parámetros para la producción nacional. En uno de los principales artículos extiende de 5 a 25 años el plazo de calificación de las comercializadoras e importadoras.

Además, reduce la tramitología en estos procesos. El documento genera impresiones encontradas entre actores del sector del gas y de los hidrocarburos.

Nelson Jaramillo Pita, representante de Sycar, importadora de gas, asegura que el reglamento “reduce los procesos burocráticos en la calificación de personas naturales o jurídicas para realizar actividades de comercialización, transporte, almacenamiento e industrialización de gas natural”.

Publicidad

Antes una empresa que buscaba ser calificada como comercializadora e importadora obtenía una autorización con un plazo máximo de 5 años, esto ahora se ha extendido a 25 años. Explica que las inversiones que deben realizarse para la construcción de terminales, ductos y redes de distribución deben tener plazos de recuperación de inversiones de entre cinco a siete años, en este sentido, tener una calificación por solo cinco años era una limitante.

En la parte comercial el reglamento anterior exigía un contrato de compra de gas de un productor internacional como base para la calificación de comercializador e importador, ahora se permite presentar también cartas de intención de proveedores de gas natural. Esto es bueno porque en el mercado internacional los contratos de compraventa de gas son usualmente de largo plazo y tienen cláusulas de take or pay. Para Jaramillo Pita, al momento debe haber un desarrollo de la demanda a través de la gasificación de sectores: generación eléctrica, transporte, industria y el consumo doméstico.

Solo cuando exista una demanda en firme a nivel nacional que justifique la construcción de las terminales en tierra o marítimos, se podrá definir las condiciones de provisión de GNL en el mercado internacional, incluido las cláusulas de take or pay.

Publicidad

Además, explica que los contratos de largo plazo entregan mejores precios de molécula y mayor seguridad de suministro, “dos cosas con las que hasta ahora no ha podido contar el Ecuador por las limitantes del tiempo de la calificación de comercializador e importador”.

Y considera que el nuevo reglamento es más ligero en el registro de unidades de transporte (cisternas, ISO tanques, etc.) abriendo un catastro nacional de estas unidades y no procesos de doble certificación de idoneidad técnica, cuando en el caso de ISO tanques estos ya obedecen a normativas de transporte internacional reguladas por la IMO (International Maritime Organization), y en las cisternas, a los convenios internacionales de transporte de mercancías como la CAN, siendo Ecuador parte de ambos organismos internacionales.

Publicidad

De acuerdo con Jaramillo, este reglamento debe ser acompañado de una “ley de masificación de gas natural como la que se está tratando en la Asamblea Nacional”, pues eso permitirá acelerar los procesos comerciales de gasificación, con los beneficios que tiene en la sustitución de uso de combustibles líquidos subsidiados como el diésel por gas natural no subsidiado.

Hace pocas semanas, el ministro de Energía, Roberto Luque, había mencionado que se haría una licitación para los bloques de alrededor de Campo Amistad. También que se harían procesos para aprovechar el gas de mecheros. Sin embargo, en este reglamento, estos temas no se topan.

Así lo confirma Jorge Luis Hidalgo, experto en temas energéticos y gerente de Green Power, empresa interesada en la producción local de gas. Para él, este es un reglamento taylor made (diseñado a la medida) para los importadores de gas. Se le otorgan varias facilidades, flexibilizando trámites en toda la cadena de valor de la importación. Sin embargo, no hay ninguna disposición para darle aliento a la producción local.

En todo caso, dice, la solución del gas importado no se puede implementar a corto, sino a mediano plazo. “Nos venden la idea de urgencia y ninguno de los importadores ha podido ser sensato y no mentir al país, pues no es una solución de corto plazo, al menos tomará dos años para construirse”.

Publicidad

Ratifica que la solución a corto plazo con gas es repotenciar Campo Amistad, campo gasífero de producción nacional, a través de work over y mantenimiento de pozos. También podría ser a través de capturar gas de mecheros que se quema en la Amazonía. Lamenta que ninguno de estas dos opciones se trata en el nuevo reglamento.

De otro lado, critica que el nuevo gerente de Celec, Iván Calero, siga insistiendo a Petroecuador para que importe gas a través de las facilidades de Campo Amistad. Este tema ya se había dilucidado porque existen informes técnicos que indican que no es compatible la transportación del gas importado de esta manera.

Para Hidalgo sería necesario que la Contraloría pueda verificar el potencial de producción de gas en Campo Amistad.

De otro lado, Roberto Aspiazu, presidente de la Cámara de Energía del Ecuador (CEDE), considera que es la primera vez en muchos años que se promulga una normativa amigable al sector privado, sin quedar sujeta al burocratismo y estatismo imperante en los sectores estratégicos.

Considera que este paso debe ser el primero de otros que permitan, por ejemplo, el incremento de la producción petrolera con una nueva generación de modelos contractuales. Igualmente, la realización de megaproyectos que se encuentran en el ámbito de un power point desde las postrimerías del correísmo. El sector de la energía, incluida la minería, debe estar a ser llamado la locomotora del crecimiento de la economía nacional. (I)