Con la aprobación del segundo desembolso por $ 500 millones para Ecuador, como parte del acuerdo de Servicio Ampliado del Fondo (SAF), el Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó a la baja su proyección de crecimiento de la economía ecuatoriana para 2024 y estima que el producto interno bruto (PIB) se contraerá en un 0,4 %.

La nueva previsión se detalla en el documento de la primera revisión del acuerdo con Ecuador y la Consulta del Artículo IV de 2024, que fue publicado por el organismo el 19 de diciembre tras la reunión del directorio ejecutivo del multilateral.

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En octubre el multilateral pronosticó que el PIB de Ecuador crecería 0,3 % este año. Esta previsión no contemplaba el impacto de la crisis energética, que se agudizó en el último cuatrimestre.

El directorio del FMI autorizó la segunda transferencia de recursos para el país una vez que se cumplieron las metas cuantitativas e indicativas de la primera revisión del acuerdo y porque las autoridades ecuatorianas han avanzado en la ejecución de reformas estructurales. “El desempeño del programa ha sido sólido”, destacó el organismo.

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“Este notable desempeño ocurrió en un contexto macroeconómico difícil. La crisis de seguridad se vio agravada por una sequía histórica que desencadenó una crisis eléctrica que afectó negativamente a la actividad económica. Se proyecta que el PIB real se contraiga 0,4 % en 2024 y que se recupere en 1,6 % en 2025, con una inflación que permanecerá en un nivel bajo de alrededor de 2 %”, recoge el texto.

Sobre la Consulta del Artículo IV, el FMI resalta que se examinaron estrategias para fortalecer la sostenibilidad fiscal salvaguardando el gasto prioritario social y en inversión. Y que es necesario mejorar la supervisión del sector financiero.

Además, se enfatizó en la “necesidad de promover un crecimiento más fuerte e inclusivo”, para lo cual se debe mejorar la situación de seguridad, que incluya el fomento a la integridad financiera y la buena gobernanza, aumentando las oportunidades de empleo para mujeres y jóvenes, e impulsando la competitividad. “Adicionalmente, adoptar medidas para reducir las vulnerabilidades al cambio climático ayudaría a mejorar la resiliencia macroeconómica”, dice el documento.

Luego de la reunión del directorio, Gita Gopinath, primera subdirectora gerente y presidenta interina, destacó que “las autoridades ecuatorianas han logrado avances significativos en la implementación de su programa”, que está respaldado por el acuerdo SAF. Y que, a pesar de los desafíos de la crisis de electricidad, se han emprendido “medidas de política y reformas decisivas para restaurar la estabilidad macroeconómica y a la vez proteger a los grupos vulnerables”.

“Las autoridades se mantienen comprometidas con su plan de consolidación fiscal, que ayudará a afianzar la sostenibilidad fiscal de Ecuador y a mantener la deuda pública en una trayectoria descendente consistente con la meta de deuda. El plan contempla esfuerzos equilibrados por el lado de los ingresos y los gastos. Estos esfuerzos incluyen la movilización de ingresos no petroleros mediante medidas permanentes y la reducción de la dependencia del sector petrolero, mientras se contiene el gasto corriente y se protegen gastos sociales y de inversión esenciales”, señaló Gopinath. (I)