El exvicepresidente de la República Alberto Dahik recuerda los orígenes de la crisis financiera de 1999 y considera que fue un cúmulo de factores de afectaciones naturales, pero también de malas decisiones, como el impuesto a las transacciones financieras. Asegura que la Ley de Instituciones Financieras de 1994 -aprobada en su gobierno- no fue la causa de la crisis, pero reconoce que al país también le faltó completar el proceso de fortalecimiento de la supervisión bancaria. Veinticinco años después, existen nuevos peligros para la economía. La falta de liquidez podría devenir en problemas parecidos a los de 1999. Es por ello que urge tomar medidas estructurales: subsidios, pensiones y tasas financieras.