Llegó desde su natal Quevedo con 19 años de edad para buscar trabajo. Eugenio Fernández, presidente de Corporación Fernández, dice que “gracias a Dios” no se lo dieron, porque eso lo obligó a emprender en un improvisado puesto de madera en la ciudadela Bellavista y a iniciar el recorrido que hoy lo tiene como uno de los empresarios más prósperos. Fernández recuerda anécdotas y como en la actualidad busca diversificar sus negocios y abrirse a otros campos, pero siempre conectados con las carnes.