La empresa ecuatoriana de courier Grupo Entregas registra un avance importante en su proceso de transición energética. Actualmente, la empresa tiene siete vans eléctricas y esperan terminar con doce este 2024, tres bicicletas eléctricas cubren el 80 % de la entrega de documentos. Para el 2026, toda su flota será eléctrica.

La empresa tiene su electrolinera en el norte de Quito. Y el plan es construir unas nuevas en Guayaquil, Cuenca, Manta y Ambato. Mientras que el 90 % de la energía del edificio principal se genera a través de paneles solares.

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En Ecuador son pocas las empresas que apuestan por la renovación de su flota eléctrica, pero de acuerdo con la Ley de Competencia Energética, iniciativa del gobierno de Daniel Noboa y aprobada hace pocas semanas por la Asamblea Nacional, a partir del 2030 todos los vehículos que se incorporen al servicio del transporte público urbano e interparroquial, así como comercial, en el Ecuador continental deberán ser únicamente de medio motriz 100 % eléctrico y de cero emisiones. Sin embargo, en 2019 ya se había planteado en la Ley de Eficiencia Energética que el plazo para esta transición fuera el 2025. En este sentido, lo que ha hecho la ley es ampliar el plazo para esta transición.

María Paulina Romo, presidenta del Grupo Entregas, cuenta cómo ha sido el transitar de la empresa, en este proceso. Esto, independientemente de las leyes o los años que estas establecen. La ejecutiva explica, además, que dependiendo del giro del negocio, sí existe un beneficio económico al tener una flota eléctrica que una flota convencional a combustión interna.

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Hace cinco años empezaron por donde debían: haciendo un estudio para determinar la contaminación y el tráfico improductivo generados dentro de su flota. El primer hallazgo fue que el problema estaba concentrado en el desplazamiento de documentos. Se mapearon las ciudades y, por ejemplo en Quito, se dieron cuenta que el 80 % de su congestión y de improductividad estaba en el sector financiero.

La primera idea fue cambiar el traslado de la paquetería liviana en moto, pero con transición energética. Lastimosamente no funcionó ni en Quito ni Guayaquil. En el primer caso por la topografía del terreno y la falta de potencia, mientras que en la Costa el problema fue la humedad y el daño a las baterías, que además equivalen al 90 % del valor de la moto.

En el camino hubo un encuentro con Carlos Tacuri (Construbicis), con quien se diseñaron tres bicicletas (parecidas a las de un heladero) que funcionan con la energía eléctrica y la del ser humano. Esta solución, que la maneja un conductor superfitness, ayudó a aumentar la productividad en 15 %.

El paso lógico y coherente con un modelo amigable con el ambiente era ir hacia una flota eléctrica.

  • Una vez más Grupo Entregas busca alianzas y esta vez lo hace con BYD, empresa china que produce carros eléctricos.
  • Tras hacer varias pruebas y mediciones de alcance, paradas, sostenibilidad de la batería, se comprobó que las vans sí cumplieron los requisitos.
  • Renting Pichincha realizó una alianza con BYD para poder proveerle a Grupo Entregas.

Así, el modelo de negocio del Grupo Entregas es trabajar con su flota eléctrica a través de arrendamiento por cinco años (largo plazo). Explica que en el caso de su empresa cuando manejaba una flota a combustión interna, el mantenimiento de los vehículos era donde se acumulaba el mayor costo. Calcula que el gasto mensual en mantenimientos en los carros a combustible podría ser de $ 400 adicionales.

María Paulina Romo, presidenta del Grupo Entregas. Foto: Alfredo Cárdenas.

Transición energética como alternativa a los subsidios

Para María Paulina Romo el tema de la transición energética también abre una puerta al debate sobre qué hacer con los subsidios. En este sentido, considera que la transición debería servir para que ya no se gasten tantos recursos en subsidios de combustibles contaminantes. Sin embargo, asegura que la inversión de las empresas en el tema de transición debe ser compensada por el Estado. Indica que es importante considerar que no se trata de hacer un cambio solo motivado por un plazo o por el marketing, y por ello aconseja que el primer paso es medir la huella de carbono que se está generando.

Asegura que hay un incremento de unidades eléctricas en Ecuador. De acuerdo con los datos de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), la venta de automotores eléctricos se ha triplicado en tres años, pero el nivel es aún insipiente. “Ecuador está muy lejos aún de hacer ese cambio, pero por algo hay que empezar”.

En 2021 fueron 288 vehículos, 440 en 2022 y en 2023 ya fueron 770 unidades vendidas. Los SUV pasaron de 132 en el 2021 a 217 en el 2022 y 510 en el 2023.

  • El número de vans vendidas en 2021 fue de 27 unidades. Entre tanto en 2022 fue de 22, pero en 2023 subió a 47 unidades.
  • El número de camionetas, en cambio, registra una baja: 44 vendidas en 2021, 57 en 2022 y 41 en 2023.
  • Camiones y buses son los que menos se han vendido. Dos camiones en 2021, uno solo en 2022 y 5 en 2023; mientras buses se vendieron 2 en 2021, uno en 2022 y 2 en 2023.

Romo comenta que expertos en energía reconocen el enorme potencial de Ecuador para la energía renovable por su capacidad de recibir luz y su posición privilegiada en el globo terráqueo.

Aunque el de Grupo Entregas es un caso de éxito, expertos consideran que los plazos establecidos en la nueva ley serán difíciles de cumplir si no se cuenta con un plan y un financiamiento adecuado para el recambio de las unidades. (I)