La contracción del 2 % del PIB que experimentó la economía ecuatoriana en 2024 fue una consecuencia, entre otros factores, de una disminución en el nivel de consumo de las familias, lo que se tradujo en menos ventas para los negocios. Ese año el gasto de consumo final de los hogares cayó un 1,3 %, de acuerdo con el Banco Central del Ecuador (BCE).