Luego que desde agosto de 2018 entrara en vigencia la normativa del Municipio de Guayaquil que dispone para todas las construcciones nuevas el contar con la aprobación de un fedatario que verifique el cumplimiento de los estándares en el proceso de construcción, en la Cámara de la Construcción de Guayaquil se cumplen las capacitaciones sobre la actualización de normativas para estos profesionales.

Los fedatarios son una pieza fundamental en el rompecabezas del mundo de la construcción. Su labor no solo se limita a cumplir con las normativas constructivas y estándares de calidad en una construcción; sino también a cuidar la vida humana.

Si la obra no cumple con las normas de seguridad requeridas, pueden ocurrir desplomes o daños severos, comenta la Cámara de la Construcción de Guayaquil. Aquí es donde entran los fedatarios: ellos se encargan de revisar, supervisar y certificar que cada ladrillo, cada estructura y cada elemento cumpla con todas las regulaciones vigentes. Su trabajo es garantizar que las construcciones sean seguras y capaces de resistir los embates de la naturaleza y, así, minimizar riesgos.

También tienen un ojo crítico en la eficiencia de los recursos. En tiempos donde la sostenibilidad se vuelve cada vez más importante, su papel es decisivo para asegurar que los proyectos no solo sean seguros, sino también eficientes en su consumo de materiales y energía

A tiempo y con calidad

Hay varios mecanismos que estos profesionales emplean para garantizar que los proyectos se entreguen a tiempo y con la calidad prometida.

  1. Planificación efectiva: Trabajan en conjunto con arquitectos e ingenieros para diseñar un cronograma realista que contemple todas las etapas de la construcción. ¿El objetivo? Que desde el día uno hasta la entrega final, todo esté perfectamente organizado.
  2. Supervisión continua: Realizan inspecciones periódicas para asegurarse de que cada fase se ejecute de acuerdo con las normativas. Si ven que algo no está bien, toman medidas para corregirlo.
  3. Evaluación de proveedores: Se aseguran de que los materiales que se utilizan son de la mejor calidad. Esto implica hacer una evaluación rigurosa de proveedores y productos, garantizando que todo lo que llega al sitio de construcción sea seguro y fiable.
  4. Capacitación y comunicación: Pueden organizar capacitaciones para las personas involucradas en una obra, asegurándose de que todos estén al tanto de las mejores prácticas y de cómo trabajar de la manera más segura y eficiente posible.
  5. Documentación rigurosa: Llevan registros detallados de inspecciones, reuniones y decisiones, lo que no solo ayuda a mantener todo en orden, sino que también asegura que hay un respaldo en caso de cualquier eventualidad.