El Ministerio de Energía y Minas otra vez se enfrenta a los cortes de luz. En los últimos días se tuvo que anunciar de nuevo cronogramas de racionamientos, incluso se suspendió el servicio en ciertos sectores, pero luego se dio marcha atrás y por ahora se mantienen suspendidos los cortes.

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Todo esto porque la central Coca Codo Sinclair presentó una cantidad de sedimentos por encima de las 1.000 partes por millón, lo cual obligó a la paralización de la operatividad de esta hidroeléctrica. El domingo en la central Agoyán los altos caudales generaron inundación en la casa de máquinas, lo que causó que se tenga que parar emergentemente y como está conectada a la central San Francisco, esta última también quedaba inhabilitada, informaba entonces el ministro de Energía, Roberto Luque.

Ministerio de Energía confirma que se suspenden los cortes de luz para este lunes, 17 de junio, en Ecuador

Contrario a lo que ocurrió a mediados de abril, que los apagones se daban por falta de lluvias que alimenten a las centrales hidroeléctricas, ahora sí hay lluvias, entonces ¿por qué hay racionamientos?

El docente e investigador de la Facultad en Ingeniería en Electricidad y Computación de la Escuela Politécnica del Litoral (FIEC-Espol) Iván Endara, de manera general, indica que entre los problemas “está la falta en previsión de lluvias para la planificación del embalse”.

Explica que en periodos de fuertes lluvias se arrastra con la corriente una mayor cantidad de sedimentos y esto ha acelerado la saturación de la desarenadora y ha obligado a un mantenimiento no programado de emergencia.

Con este criterio concuerda el analista energético Fernando Salinas, quien explica que “las lluvias traen consigo arena, tierra, rocas, residuos vegetales, que son denominados sedimentos”.

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Salinas señala que “cuando los sedimentos se acumulan en los canales de conducción, en los reservorios , etc., es peligroso para la operación de las turbinas porque se dañan con la presencia de estos sedimentos”.

De acuerdo con Endara, en Coca Codo Sinclair un problema poco común ha sido el sistema de filtrado de sedimentos, cuyas desarenadoras de agua (filtros) tienen una operación inadecuada para la cantidad de sedimentos que el río arrastra comúnmente y es “por esta razón que la operación de esta central ya se ha paralizado algunas veces, todo con el fin de limpiar los ductos”.

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Con respecto a las centrales Agoyán y San Francisco, Endara indica que las lluvias en Baños también han generado mucho lodo, sin embargo, en estas hidroeléctricas no es el problema del lodo, porque los desarenadores “sí valen en las represas”.

Sin embargo, el problema es que en una hay tanta agua y el estar una detrás de otra, Agoyán conecta a San Francisco, tuvieron que “botar el agua, es decir, dejar pasar, pero parece que lo han hecho a destiempo o han esperado mucho, la cosa es que se ha inundado por dentro”.

Comenta que el agua accedió a las zonas de control y operación de la hidroeléctrica. Para lo que sería útil implementar las protecciones y ductos adecuados para evitar que las lluvias alcancen estos espacios.

Para poner en perspectiva de lo que pudo haber ocurrido, dice que al haber acumulación del agua es como en la calle, en donde se tienen los desagües, los cuales no dan abasto si hay una lluvia muy grande y empiezan a llenarse el agua en las casas, entonces “algo parecido ha pasado e inundado este parte de los cuartos de control de la represa”.

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Agrega que debió iniciarse el desfogue de la central antes de que las lluvias la hagan colapsar, y provoquen incluso el incremento en el nivel del agua del río que afectó a varias zonas aledañas.

¿Qué hacer para que los sedimentos no afecten la operación de Coca Codo?

Salinas comenta que los sedimentos tienen un carácter natural, por lo que no pueden ser evitados y sus efectos sobre las centrales “se mitigan en los embalses, en obras como desarmadores de manera que estos sedimentos no lleguen a las turbinas porque les pueden causar daños”, reitera.

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Por su parte, Endara indica que las soluciones para evitar el arrastre de sedimentos son limitadas, puesto que se generan en toda la extensión de los ríos, los mismos que alimentan a las hidroeléctricas.

En ese sentido, comenta que entre las pocas soluciones es que se pueden crear “sistemas de filtrado y desarenadoras parciales en puntos específicos (y limitados), donde se tenga acceso al desvío de las corrientes de ríos con exceso de arrastre de sedimentos. Lo cual significaría una inversión alta, meses de planificación y construcción y posibles impactos ambientales negativos”.

Con respecto a la propia desarenadora de Coca Codo Sinclair -dice Endara- es prácticamente imposible realizar modificaciones que la recuperen y optimicen su operación.

Indica que esto implicaría una modificación de la central “extremadamente cara y con la posibilidad de aumentar el peligro que ya posee la central por su mala construcción y el número de fisuras existentes. Razón por lo que al día de hoy esta no se ha realizado y en caso de planificarse tomará varios años hasta lograr las soluciones requeridas”. (I)