El duro golpe de dejar de percibir $ 1.200 millones de ingresos al año para el Estado, la descompensación de la balanza petrolera y de la comercial, y la necesidad de tomar drásticas medidas para compensar el hueco que generaría dejar de explotar el Yasuní ITT son parte del escenario que ve a futuro el Gobierno, si ganara en agosto próximo la tesis en la consulta popular de dejar el crudo en tierra.