Un estudio elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en colaboración con la organización Ayuda en Acción, revela que en los próximos seis años se proyecta una importante migración laboral juvenil en la región, donde cada vez más se apartarían de trabajos en la agricultura y manufactura para involucrarse en el segmento de servicios. Uno de los sectores más afectados sería el agrícola, donde se estima que al año 2030 más de 1,2 millones de jóvenes dejarían esta actividad.