Luis Lino tiene 70 años. Todos los 20 de cada mes hace fila desde las 08:00 afuera de las dependencias del banco donde retira la pensión del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y paga varias planillas de servicios básicos. Afirma que en ese punto se congregan varias personas de su edad para realizar el mismo trámite. “Los cajeros ya nos conocen”, dice.