Departamentos en alquiler “con agua y desagüe a S/. 12 y S/. 15 en la calle Febres-Cordero entre Chimborazo y Coronel”, en el sur de Guayaquil. Era el anuncio que encabezaba los primeros avisos económicos publicados el viernes 16 de septiembre de 1921. Entonces la moneda en Ecuador no era el dólar estadounidense: era el sucre, y esos 12 y 15 sucres equivaldrían a 50 o 60 dólares, de acuerdo con la cotización de esos años.
Así, las primeras páginas de Diario EL UNIVERSO servían para poner en venta desde carretas para ser jaladas por mulares o calderos, cajas de hierro hasta las tejas de la cubierta de la iglesia de La Merced, un automóvil de lujo de la marca Buick y terrenos para sembrar arroz o crianza de ganado frente a Yaguachi. O buscando comprar un piano alemán.
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Historia de la calle Pichincha y su herencia comercial en Guayaquil
Eran lo que hoy conocemos como “clasificados” y dan una idea de cómo hace 103 años se manejaban los negocios y la economía familiar. Por algo, uno de esos clasificados de antaño apuntaba al ahorro: “Dinero están ahorrando las familias que tiñen vestidos antiguos con el jabón RIT, de varios colores, que vende más barato que nadie...”.
O ferreterías y mecánicas que ofrecían el arreglo de las máquinas de escribir. Otros negocios promocionaban en avisos publicitarios nuevas máquinas de escribir fuertes y silenciosas a un precio de 110 sucres (para la época serían alrededor de 27 dólares).
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Mientras que los anuncios publicitarios de la época eran en su mayoría de sastrerías, comerciantes y profesionales como médicos oculistas, cirujanos, dentistas, abogados, importadores e exportadores, además de boticas y almacenes de todo tipo.
Otra publicidad da cuenta de que en 1921 las ofertas eran un gancho: “Parece increíble por S/. 5 un terno de casimir y otro gratis”, promocionaba una sastrería del bulevar 9 de Octubre. Y en Alpacas y Palm Beach, en la calle Pichincha y dedicado a textiles, a los “compradores les hacemos confeccionar por S/. 15 sus vestidos en una de las mejores sastrerías de la ciudad. Ocurra (acuda) a ver nuestros precios”.
Las primeras páginas de El UNIVERSO también muestran un comercio de artículos diferente al actual: se vendían reverberos de kerosene, gasolina americana, pistolas y revólveres de fama mundial: solo una de las empresas que las ofrecían tenía 2.500 armas disponibles para la venta y otra promocionaba las marcas Harrington y Smith & Wesson para protección en las tierras agrícolas, al menos así lo graficaba.
En Ecuador, en el 2023 se volvió a permitir el porte de armas a civiles, en medio de una de las olas de violencia que azota al país.
Y los anuncios también dan cuenta que desde 1921 ya estaban asentados en el país productos importados, como el cogñac de Francia, productos de Chile, galletas y vinos españoles y demás artículos de Estados Unidos y Europa. (I)