En noviembre del 2023, cuando el documento del acuerdo comercial entre Ecuador y China estaba por ser ratificado por la Asamblea Nacional, las proyecciones eran optimistas ante la entrada en vigor del tratado que se dio seis meses después, el 1 de mayo del 2024. Pero en cinco meses de vigencia, según las últimas cifras oficiales, la situación contrasta con lo que se preveía.
El acuerdo permitiría crecer en un 30 % las exportaciones en los primeros tres años, es decir, $ 1.500 millones adicionales; pero también se estimó que en el primer año, hasta el 1 de mayo del 2025, las importaciones crecerían un 33 %, y las exportaciones, un poco más del 25 %, de acuerdo con un estudio que el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca desarrolló antes del proceso de negociación.
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¿Cómo se están comportando las exportaciones e importaciones a China? Pese a que el año está por acabar, las cifras oficiales del comercio exterior se entregan con unos dos meses de atraso. Para este mes de diciembre, las cifras disponibles son hasta septiembre pasado; es decir, abarcan los primeros cinco meses del acuerdo comercial. Según las estadísticas del Banco Central del Ecuador (BCE), en ese periodo las exportaciones no petroleras de Ecuador a China representaron $ 3.837 millones, y las importaciones, $ 4.300 millones.
Estos resultados, además de reflejar una balanza comercial negativa de $ 463 millones, marcaron una caída del 16,5 % de las exportaciones y del 3,4 % en las importaciones.
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¿Las proyecciones no se están cumpliendo? Para el presidente de la Cámara de Comercio Ecuatoriano-China, Gustavo Cáceres, es prematuro aún determinar los resultados del tratado, aunque reconoce que no ha habido incremento en el intercambio comercial entre ambas naciones después de la firma del acuerdo. Cita varias causas que han generado este estancamiento; aunque, en el caso de la caída de importaciones, las calificó como mínimas, mientras que en el de las exportaciones refiere como principal responsable la suspensión que China aplicó a empresas exportadoras ecuatorianas desde febrero hasta junio pasado.
“Ese bloqueo que tuvimos, hasta las cifras de septiembre, no muestra una mejoría. Ya se retomó la exportación, se está trabajando de forma regular, pero esos casi cuatro meses que nos impidieron llegar con camarón ecuatoriano en estos meses previos a la entrada en vigencia del acuerdo pasaron su factura en esta relación de balanza comercial, lo cual no nos ha permitido mostrar un crecimiento o decir que ha sido una situación similar a la del año anterior”, explica Cáceres.
China, el principal destino del camarón ecuatoriano, con el 52 % de participación, suspendió a las exportadoras locales por presuntas detecciones de niveles de metabisulfito de sodio por encima de los niveles permitidos en los envíos de camarón entre febrero y marzo de este año. La suspensión fue levantada el 6 de junio pasado; pero, hasta las últimas cifras publicadas por la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), a octubre del 2024, las exportaciones al gigante asiático aún no se recuperaban y mostraron una caída del 12 % en volumen exportado y de 13 % en divisas.
Sin embargo, para Cáceres, la relación con China no hay que verla a corto plazo, sino a mediano y largo plazo para aspirar a tener los resultados positivos que tienen otros países de la región que ya cuentan con un acuerdo comercial con China, como Chile y Perú, que entraron en vigencia en 2006 y 2010, respectivamente.
“En mayo recién se aperturó el acuerdo comercial. Hay productos ecuatorianos que no van a pagar aranceles, pero ahorita están en el proceso a través del Ministerio de Producción y sectores privados pensando en la obtención de los permisos fitosanitarios; por ejemplo, el aguacate, los productos lácteos, que una vez que obtengan los permisos fitosanitarios tendrán acceso con cero arancel al mercado chino y en ese momento podremos ver un incremento en las exportaciones. Pero es un trabajo que toma varios meses”, analiza Cáceres.
‘Ecuador no atraviesa un buen momento para invertir para producir más’
Del lado de las importaciones, el titular de la cámara lamenta que de momento no hay un buen ambiente para invertir en nuevos proyectos para incrementar la compra de maquinaria, por las dificultades económicas y de seguridad que atraviesa el Ecuador. Más bien, estos recursos se están utilizando en medidas preventivas de seguridad. “Ese dinero que podría ser utilizado para importar las maquinarias y las materias primas en muchos casos se está utilizando para contrarrestar estos problemas de seguridad y económica. El ambiente en que se encuentra el país en este momento, desde mi punto de vista, no permite que se pueda explotar al 100 % el acuerdo comercial y también los resultados no son inmediatos”, explica.
Funcionarios de la Aduana de China inspeccionan exportadoras de camarón en Ecuador
El analista económico Alberto Acosta Burneo coincide con Cáceres en apuntar que los resultados con China no serán inmediatos, y asegura que por lo menos tomarán de tres a cinco años en concretarse. No obstante, reconoce que este año las exportaciones ecuatorianas al gigante asiático han tenido varias afectaciones e indica que la más importante fue la suspensión de las exportadoras de camarón, por lo menos en el primer semestre, pues proyecta que en este segundo semestre el otro golpe significativo serán los apagones que Ecuador atraviesa desde septiembre pasado.
Según Acosta, los apagones obligaron al Gobierno a desconectar a las empresas mineras de la red eléctrica. La minería es el segundo producto de exportación de Ecuador a China, detrás del camarón, que de enero a septiembre pasado tuvo exportaciones a China por $ 2.341 millones. En el mismo periodo, Ecuador exportó $ 945 millones en concentrado de plomo y cobre y $ 199 millones adicionales en otros productos mineros al gigante asiático.
“Una de ellas es Ecuacorriente, una mina china, que envía cobre a la China. Esa es precisamente la mina que además no tiene autogeneración suficiente y, por eso, ahora está operando a menos del 50 % de su capacidad instalada”, asegura, a la vez de citar estimaciones de la Cámara de Minería que indican que las exportaciones mineras de Ecuador cerrarán el 2024 con una caída del 20 %, principalmente por los apagones que están restringiendo la producción.
Exportaciones mineras de 2024 caerán alrededor del 20 % debido a los apagones y otros factores
Acosta aclara que estas dos situaciones individuales, el camarón y la minería, no tienen nada que ver con el acuerdo comercial al señalar que el tratado abre muchas oportunidades, pero así mismo toman tiempo en concretarse. “Las oportunidades requieren inversiones. Hay que aumentar la producción; la producción no se aumenta en un mes ni en dos meses; esas inversiones pueden tomar, dependiendo del sector, si es agrícola, probablemente tome uno o dos años. Se requieren obtener permisos para llegar a ese mercado, alcanzar el volumen necesario”, analiza el experto.
Concluye que los efectos del acuerdo empezarían a sentirse al cabo de unos tres años de su vigencia, es decir, en 2027; y, para poder evaluar los resultados, se deberá esperar por lo menos hasta el 2029.
Respecto a las importaciones desde China, señala que existe una contracción en general en todos los sectores por la economía deprimida del país, al igual que el nivel de inversión que implica que se importen menos insumos y maquinarias para la producción, pero reitera: “Eso no significa que el acuerdo no esté funcionando. Hay otras realidades que hay que tomar en cuenta y analizar”. (I)