El sector industrial arrocero empezó el 2024 con buenas expectativas, incluso con la posibilidad de exportar la gramínea, pues no se evidenciaban lluvias en las zonas arroceras en enero y los primeros días de febrero, por lo que los productores continuaban sembrando, lo cual generaba “una buena proyección en la producción y abastecimiento en el mercado interno”. Sin embargo, la intensidad de las lluvias en las últimas tres semanas preocupa, aunque el abastecimiento está garantizado, aseguran los agricultores.