Al principio de la década de los sesenta el cultivo del camarón en Ecuador se inició casi de manera casual. En los primeros 15 años se construyeron alrededor de 90.000 hectáreas de piscinas camaroneras, para mediados de los noventa la cifra se duplicó, para en la actualidad situarse casi en 216.611 hectáreas, según cifras de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA).