Llegaron como una poderosa cuadrilla de largos troncos de acero acechando los límites de las zonas exclusivas de Galápagos y del continente. Se ubicaron en las aguas internacionales intermedias y pescaron durante varias semanas, al borde de lo permitido, hasta que poco a poco se alejaron del radar. Son parte de la flota china oceánica que recorre el mundo capturando los recursos que en sus mares ya son escasos.