En una década José Jijón ha logrado que su café cultivado en el valle de Intag, en la provincia de Imbabura, gane reputación. En su finca, ubicada a unos 1.515 metros sobre el nivel del mar, se cultiva un café que por kilo puede costar 100 dólares, casi 1 dólar por cada una de las 100 tazas que rinde esa cantidad.