Nadia tiene 2 años y unas ganas fuertes de jugar, como los demás niños de su edad, o al menos caminar. Pero no puede. A los cuatro meses de nacida le diagnosticaron hidrocefalia, paraplejia irreversible, espina bífida y mielomeningocele, enfermedades que le paralizan la mitad inferior del cuerpo y limitan sus movimientos.