El diferimiento de deudas con la banca se extendió por 60 días más. La Junta de Regulación de la Política Monetaria y Financiera emitió el lunes una resolución por la cual se modifica la 569 sobre el tema. El plazo vencía el 22 de junio próximo y ahora se extiende hasta al 22 de agosto.

Ayer, Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), dijo que tanto el gremio como la Junta y la Superintendencia de Bancos están de acuerdo en que los procesos de diferimiento deben ser voluntarios y analizando caso por caso.

“No tiene sentido que a las personas que sí pueden pagar y que están pagando a tiempo se les haga un diferimiento”, dijo.

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Así, explicó que algunos bancos han aplicado el proceso dependiendo del caso y otros, en cambio, lo han hecho con 90 % de sus clientes.

Prado considera que la nueva resolución sí estará armonizada con el veto de la Ley de Apoyo Humanitario, que habría acogido algunas peticiones de su sector en el sentido que se establece que la banca “podrá” reestructurar y diferir las deudas. Es decir, no habrá obligatoriedad.

Días atrás, Rosa Matilde Guerrero, asesora en Supervisión Basada en Riesgos e Inclusión Financiera de la Superintendencia, explicó que en los primeros 60 días de aislamiento, el diferimiento llegó a $1200 millones.

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El 22 de marzo, la Junta expidió una resolución que permitió el “diferimiento extraordinario de obligaciones crediticias”.

El 40 % de los créditos diferidos eran de consumo; el 38 %, comercial; y el 14 %, microcrédito.

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Guerrero explicó que la Superintendencia propuso a la Junta que el plazo se extienda a libre voluntad de las partes. “Aún no se sale de toda la normalidad y se concretará siempre y cuando haya voluntad de pago”, dijo. (I)