Cuando Abby Stay se declaró transgénero, causó conmoción en la comunidad jasídica ultraortoxa. Descendientes directos de Baal Shem Tov, fundador del judaísmo jasídico, los padres de Abby la consideraban su hijo primogénito y un futuro rabino, pero ella insistía con firmeza en que era una niña. Esta es su historia: