“La Procuraduría General del Estado considera que la conducta de la sentenciada, María Alejandra Vicuña, es muy grave, puesto que, por el delito de concusión que cometió en contra la eficiencia de la administración pública, faltó y defraudó la confianza depositada en ella por el pueblo, abusando además de la alta función que ostentaba al ejercer un cargo de elección popular”.