Norma no recuerda cuánto dinero llevaba para las compras del mercado hace 20 años, cuando la moneda en Ecuador era el sucre, solo que el vuelto variaba. “Una semana la plata alcanzaba y otra no, así que ahí veía qué cocinaba a mis hijos. A veces era solo arroz con guineo”, cuenta esta ama de casa de 57 años, de Guayaquil.