La banca ecuatoriana logró revertir, este año, una tendencia de decrecimiento a una de desaceleración, en créditos y depósitos. Los depósitos a noviembre del 2019 crecieron anualmente 5,7 % y los créditos, 8,9 %. “Terminamos el año con mejores indicadores que los que preveíamos al inicio”, dice Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), quien explica que para diciembre terminarían con una variación anual de más del 6 % en depósitos y más del 9 % en créditos.