La caída del llamado Socialismo Real no fue algo que se produjo de la noche a la mañana, fue parte de un proceso sostenido que tuvo su eclosión e inicio en el derrumbe del Muro de Berlín. Después de estas muestras de euforia del pueblo alemán comenzó una especie de efecto dominó que haría que la mayoría de los países de la esfera comunista comenzara a entrar en una espiral de exigencia de democracia y mayor participación popular.