Esperanza venezolana ante visa humanitaria en Ecuador

La iniciativa gubernamental de r egularizar a los venezolanos radicados en Ecuador genera expectativa entre los migrantes que viven en varias provincias del país. Este Diario recogió la impresión de los extranjeros y de uno de sus gremios.Como parte de ese proceso, dispuesto en el Decreto Ejecutivo 826, desde el 26 de agosto a los venezolanos que entren al país se les exigirá visa. Mientras, a los venezolanos que ya están en Ecuador se los censar á y con base en esa información el Gobierno les entregará una visa de residencia temporal de excepción por razones humanitarias. La obtención de este documento es gratuita, pero los beneficiarios deberán pagar el valor de un formulario.En Ecuador se han asentado unos 330.000 venezolanos y se prevé que la cifra llegará al medio millón a fin de año. Ambato Muchos venezolanos radicados en Ambato se reúnen en el parque Cevallos. Algunos llegan allí luego de recorrer la ciudad ofreciendo café con arepas o empanadas, entre ellos está Edén Briceño, quien considera positiva la regularización que llevará a cabo el Gobierno. “Me parece una buena decisión del presidente, que se le ve como una persona muy humana, porque de esta forma vamos a poder estar con tranquilidad haciendo nuestro trabajo para poder sobrevivir aquí y un poco de dólares mandar a nuestros familiares en Venezuela”, comenta Briceño.Danny Artiaga, otro venezolano, es optimista del anuncio del Ejecutivo, pero también pide que se los exonere o por lo menos disminuya el valor para la obtención de la visa que, según él, cuesta unos $ 250. Quevedo Indira Torres, quien vive hace más de cinco años en Quevedo, Los Ríos, considera que al solicitar visa al venezolano que llega de afuera, Ecuador evitará que antisociales se refugien en el país justificándose en la crisis que hay en Venezuela. Hay quienes en realidad huyen porque son buscados por algún delito, afirma la periodista que ya tiene una visa indefinida que la obtuvo hace dos años y por la que pagó $ 600.José Ramón Silva, quien vende arepas, señala que la regularización era algo que él y sus compatriotas esperaban. Por eso, sostiene, ha reunido dinero para obtener el documento que le permita seguir trabajando. Indica que conseguir la visa es costoso y no es fácil, pues necesitan reunir papeles de su país, que no los entregan enseguida. Manta Gabriel Key lleva tres meses recorriendo las calles de Manta, vendiendo jugos y aguas. Eventualmente también ha trabajado en obras de construcción. Tiene 40 años y es licenciado en Administración Pública, dejó en Caracas a su familia para venir a ganar algo de dinero y enviarles un apoyo. Él dice estar de acuerdo con la regularización, pero pide flexibilidad. “Si hay que pagar un tributo, que nos den tiempo para cumplir porque usted entenderá que acá todo es dólar y nosotros ahora tenemos apenas para vivir aquí”, dice Key.Raquel Loyo llegó hace 15 días de Barquisimeto. Escogió Ecuador porque en Perú el requerimiento de visado frenó el éxodo hacia ese país. “Sería de gran ayuda, para nosotros y nuestra familia, porque ahora somos el sostén”, agrega. Cuenca El próximo mes Ivonne Ruiz cumplirá dos años en Ecuador. Trabaja en un restaurante y junto con sus dos hijas llegó desde Isla Margarita con todos los documentos en regla para establecerse “hasta que Maduro salga del poder”, afirma. Señala que el anuncio presidencial deja en incertidumbre a quienes están viajando desde su país a Ecuador, sobre todo, considerando que ciertas fronteras de países vecinos se les han cerrado al libre tránsito.Carlos Quintero, oriundo de Mérida, espera que la visa humanitaria realmente cumpla con ese nombre y el trámite sea más flexible, porque si bien la visa de Unasur cuesta $ 250, al final cuesta el doble o más por los documentos extras que les exigen, sostiene el hombre. Él dice estar de acuerdo con la regularización. Machala “La mayoría no tiene visa y creo que van a tener dificultad de obtener los documentos como los antecedentes penales, que solo nos entregan en Venezuela”, expresa Luis Carlos Casiani, quien vive en Machala.De ahí que él estima que la obtención de los requisitos para el visado humanitario va a tardar mucho tiempo, pues la mayoría de sus compatriotas apenas ingresaron al país con la cédula de identidad. Casiani trabaja como guardia de seguridad en la zona rosa de Machala. Dice tener un grupo de amigos que desde el anuncio del presidente Lenín Moreno están preocupados por su situación migratoria.“No sabemos qué objetivo tiene el censo, algunos creen que servirá para deportarlos”, sostiene el venezolano, quien también tiene esa duda. Esmeraldas Como un atentado contra los derechos de la movilidad humana calificó Jaira Vilchez, presidenta de la Asociación de Venezolanos en Esmeraldas, el decreto para aplicar dos tipos de visa a los ciudadanos de ese país en Ecuador. Vilchez considera que el trasfondo de esta disposición es deportar a los venezolanos. “La mayoría migró por la situación económica y no tiene dinero para tramitar una visa”, cita la dirigente. En cambio, Karen Torralba y su hermana Yomaira ven con positivismo el hecho de poder ser beneficiados con una visa humanitaria excepcional. Esto, a criterio de ambas, les permitirá permanecer en el país y seguir trabajando con tranquilidad. Las hermanas venden artículos para el hogar y bisutería, en las calles. Santo Domingo Víctor Peralta es profesor de Música y por varios meses tocó el violín en el parque Zaracay de Santo Domingo para obtener algo de dinero. Califica como un adelanto en derechos humanos que se entreguen visas con facilidades a sus compatriotas. Él logró obtener la documentación para legalizarse hace unas semanas, pero tuvo que realizar un trámite en el que gastó dinero que pidió prestado. “Tenemos que ver con optimismo la entrega de visados porque nos permite trabajar sin perjudicar a nadie”, sostiene.Katina Chamorro, quien trabaja de ayudante de cocina, cree que esta es su oportunidad para regularizarse, pues llegó al país solo con la copia de su pasaporte. “Así podemos aportar al seguro y ayudar a la economía de este país”, refiere. Guayaquil Yurelys Reyes Borja, de 32 años, cuenta que trabajó como docente en Caracas y hace tres años llegó a Guayaquil. Ahora vive en el norte junto con sus dos hijos y su esposo. Es comerciante. Ella considera que la visa humanitaria es necesaria ya que se deberá tener un control adecuado de las fronteras. “Yo lo veo igual como un proceso que ya ocurrió en Perú y en Chile. Y sabíamos que eso iba a pasar porque se estaba saliendo de control el ingreso de los venezolanos. Esperamos que con esta visa no se pidan tantos documentos apostillados como se los pide con la visa Unasur. Que sea más factible para los venezolanos poder regularizarnos. Esta medida generó bastante expectativa. Lo que creo que no generó agrado es poner la visa para ingresar, porque es una traba más”, explica. Mientras que Elvin Jesús Rosendo, licenciado en Ciencias Policiales, de 28 años, salió de su natal Maracay, en el estado de Aragua, en un avión con colegas uniformados con destino a Lima. Allí se percató de que había demasiados venezolanos, por lo que decidió venir a Guayaquil. Ahora vende pulseras en el norte de la ciudad para sobrevivir.Él cree que la visa humanitaria permitirá un control en la seguridad. Lamenta que haya muchos delincuentes que ingresen sin control y hagan quedar mal a sus compatriotas y al país. Añade que también está de acuerdo si la visa tiene un costo como cualquier otro documento. “Está bien si cuesta, porque en mi país la gente se acostumbró a que todo se lo den gratis y eso está muy mal. Lo que pedimos es que no sea tan costoso para poder acceder”, dice. De igual manera, Ariana Pineda, de 21 años, tiene una especialidad en ventas por internet y marketing en Venezuela. Dice que llegó hace mes y medio a Guayaquil. Ahora vende agua y caramelos en la Terminal Terrestre para poder pagar su comida y la habitación. Ella indica que ve como positiva la medida de la visa porque desea quedarse. “A mí me beneficiaría mucho, porque he intentado buscar un trabajo formal dejando mi currículum, pero no me sale nada porque no tengo papeles, la visa pues. Espero que este documento humanitario ya no sea tan costoso ni lento el trámite. Esto también serviría para tener un censo de quiénes estamos aquí. Nosotros sufrimos mucho para ingresar por la condición en la que estamos, y buscamos mejorar esta condición que vivimos”. cuenta. (I)

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