Desviar dinero de su contabilidad en un banco propio para manejarlo a su antojo. Ese fue el sistema que creó Odebrecht. Para ello articuló una maraña de empresas a través de cadenas de contratos. De ese modo, la División de Operaciones Estructuradas de la constructora, encargada de los sobornos, manejó al menos $ 1.600 millones entre octubre de 2010 y diciembre de 2014.