Si las 140 casas que se mantienen dentro de un área adyacente al terraplén en el que el Gobierno anterior pretendía establecer la llamada Refinería del Pacífico o la tubería que se enlaza desde la presa La Esperanza hasta estos terrenos (que costó unos $ 334 millones) sufriera en estos días un atentado o problemas ante una catástrofe de la naturaleza, el Estado no podría recuperar esas pérdidas debido a que desde hace dos años estas obras no cuentan con una póliza de seguros.