Los deslizamientos ocurridos en este invierno en la vía Alóag-Santo Domingo no estaban considerados en el estudio de estabilizar taludes, que costó 10 millones de dólares y que era parte del último contrato de ampliación que firmó Pichincha en el 2015. Los nuevos derrumbes que aparecieron por las lluvias se ubican desde el km 47 al 72 y solo son atendidos con maquinaria para levantar escombros.