Lo que no puede expresar en palabras lo detalla con sus trazos en cada obra que hace. Luz Toaquiza es tímida pero habilidosa. De su esposo, Julio Toaquiza, aprendió el arte de la pintura en la piel de borrego. No le fue fácil, empezó con cuadros pequeños y ahora ya lo hace con otros de más dimensiones, informa el portal elheraldo.com.ec.