Las organizaciones sindicales, estudiantiles e indígenas son los primeros grupos en reaccionar en contra de la política económica del gobierno de Lenín Moreno. En especial, rechazan la reducción del tamaño del Estado, que implica el cierre de varias dependencias y la venta de empresas públicas, así como el alza del precio de la gasolina súper, que es parte de una reducción y reprogramación de subsidios.