Mucho antes de que los espíritus deambularan por los corredores de la selva amazónica, dentro de sus entrañas ya habitaban varias culturas que hoy la historia no las reconoce, pero que a lo largo de los milenios han dejado marcados sus rasgos; y van apareciendo por voluntad de la madre naturaleza con excavaciones que realizan las vertientes de los ríos y quebradas en las orillas de los caudales del Napo o el Coca, señala una información de la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME).