Guillermo Lasso no es el hombre más rico del Ecuador, pero –en sus palabras– vive bien. De las paredes del estudio de su casa en Samborondón (Guayas), cuelgan retratos de su madre, de su padre, de sus hijos, de su esposa... Pero su retrato público es el de un hombre próspero que goza de un gran patrimonio obtenido del Banco Guayaquil y que, desde el ala conservadora y empresarial de la política ecuatoriana, ha sido candidato a la Presidencia de la República en dos ocasiones.