Ahogada por la crisis económica y bloqueada por las sanciones estadounidense, Venezuela fue declarada en default (incumplimientos de pago de deuda) parcial por el impago de 200 millones de dólares en sus bonos globales, según la calificación de la agencia Standard & Poors, lo que amenaza con desencadenar el infringimiento de su abultada deuda externa.