En junio del 2013, The Wall Street Journal le preguntó al megadonante republicano Warren Stephens sobre la situación de las pequeñas empresas en Estados Unidos. El magnate bancario de Arkansas dijo que estaban siendo exprimidas por una regulación federal excesiva, y destacó a una agencia en particular: la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFBP, por sus siglas en inglés).